“Si
rechazas la comida, ignoras la vestimenta, temes la religión y evitas a las
personas, quizás sea mejor que te quedes en casa”. James Michener
Ya han transcurrido un poco más
de dos semanas desde que llegue a este bello país, sin embargo con el pasar de
los días puedo decir que Nueva Zelanda no solo es el país verde, el país del
rugby, de los corderos y los paisajes maravillosos. También es el país de la
hospitalidad.
Yuri y Fiona. Mi primer recorrido navideño junto a mi nueva familia |
Familias con quienes he compartido y compartiré momentos memorables durante mi estadía, son esas personas las que han hecho posible que me sienta como en casa, que sin ningún pretexto me han abierto las puertas de su hogar y de su vida, que han permitido que aunque solo de paso, ya tenga un nuevo hogar. No es sencillo hospedar a un extranjero, más aun cuando estamos a la intemperie de sus costumbres, cultura, rutina y diferencias en cuanto a un estilo de vida y todo lo que eso implica, pero eso es lo bonito de vivir en un ambiente multicultural, ellos sin lugar a duda me han aceptado como un miembro más de su familia.
Mi familia - Joseph y Fiona compartiendo juntos mi primera navidad en Nueva Zelanda. |
Es inevitable no sentir nostalgia
cuando de estos dos aspectos se trata, estar lejos de casa ahora da paso a una
de mis pasiones que es el viajar, pero inevitablemente trae consigo a veces
quebrantos de nostalgia y más aún si hablamos de la época decembrina y especialmente
de la navidad.
Al igual que en Colombia, la navidad representa el dar, el celebrar y sobre todo el compartir en familia porque es nuestra base formativa y por ende su papel es fundamental aquí y en gran parte de los países alrededor del mundo.
Al igual que en Colombia, la navidad representa el dar, el celebrar y sobre todo el compartir en familia porque es nuestra base formativa y por ende su papel es fundamental aquí y en gran parte de los países alrededor del mundo.
A pesar de que la familia y la
navidad tienen una importancia casi global, la celebración de esta apoca no
podría ser la misma alrededor del mundo. Los aspectos culturales, la religión y
la diversidad de costumbres y tradiciones hacen parte de esta época decembrina
y Nueva Zelanda no es la excepción.
Fue casi una semana de
celebración, que incluyo la decoración del árbol, la preparación de recetas
exquisitas y por supuesto los obsequios de navidad.
Yuri, mi compañera de aventura durante mi estadia en Christchurch |
Pero además conviví con Yuri, una japonesa que además de ser mi compañera de host también era mi compañera de escuela y junto a ella nos dirigimos ese 24 de diciembre a Dimond Harbour, un lugar a una hora de la ciudad y en donde pasaría mi primera navidad lejos de mi casa … pero con una familia.
Me topé con un lugar maravilloso,
y el que hasta ahora he considerado como uno de los lugares más bonitos que
haya visto en Nueva Zelanda y por supuesto uno de mis favoritos. Una casa a la
orilla del lago, entre montañas, entre nubes, donde se mezcla lo mágico y lo
real, hicieron que tuviera una navidad inolvidable, la vista desde la que sería
mi habitación ni siquiera la cámara logro capturar lo que mis ojos pudieron
ver.
Mi lugar favorito hasta ahora - Church Bay en Diamond Harbor |
El mejor banquete navideño al estilo kiwi |
Pavlova - Una de las delicias mas populares Neozelandesas |
Yummy! El postre favorito de Millar. Delicioso cheescake hecho por Fiona. |
Fue una celebración de
abundancia, de compartir en familia, de darme cuenta las maravillas que nos
ofrece el mundo para explorarlas, para sentirlas y sobre todo para vivirlas.
Pero Colombia no quedo de lado, estaba al tanto del horario y siendo las 6 pm del día 25 de diciembre pude decir una vez más ¡Feliz Navidad! porque la distancia puede separar cuerpos pero jamás separara corazones.
Pero Colombia no quedo de lado, estaba al tanto del horario y siendo las 6 pm del día 25 de diciembre pude decir una vez más ¡Feliz Navidad! porque la distancia puede separar cuerpos pero jamás separara corazones.
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